En la era digital en la que vivimos, la digitalización se ha convertido en una herramienta fundamental para el progreso de cualquier sector. En el caso del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la digitalización se ha convertido en una prioridad para mejorar la eficiencia y competitividad del sector agrícola y por ello han puesto en marcha una iniciativa revolucionaria -DigiMapa-.

El ministerio de agricultura ha creado este observatorio a fin de conectar la cadena de valor del sector agroalimentario. Gracias a esta aplicación web puedes encontrar más de 600 empresas agro-tecnológicas.

Los objetivos en la digitalización del campo del Ministerio, en consonancia con los de la Unión Europea, no se limitan a acciones de contacto, sino que pretende con ello la transformación de la producción agrícola. En qampo estamos alineados con la estrategía, que vemos como una necesidad urgente en el terreno. El aumento en los costes de producción, la necesidad de control ante una posible contaminación que afecte al propio cultivo, la dificultad en la previsión y la variabilidad del clima, y un largo etcétera hace de la digitalización una necesidad.

¿Pero en qué consiste esta digitalización? se preguntan muchos inversores y agricultores. La agricultura conectada consiste en optimizar todos los procesos, automatizar aquellos recurrentes rutinarios y en predecir el comportamiento del cultivo. Decirlo es fácil, pero hacerlo es otra cosa. Se toman gran cantidad de datos y resulta imprescindible ayuda en su interpretación. De aquí nace la agricultura conectada qampo, gracias la inteligencia artificial y los algoritmos, conectamos el conocimiento que se procesa en servidores con los datos del terreno, esta información se procesa para ofrecer información valiosa. Gracias a esta información la rentabilidad de la explotación aumenta, así como la huella ecológica disminuye. Pero lo más importante es que se realiza desde una perspectiva de la utilidad, se añaden funciones, automatizaciones y alertas que son útiles en el día día.

Superando desafíos de la digitalización en áreas rurales

Las áreas rurales desempeñan un papel crucial en la economía de muchos países, especialmente en lo que respecta a la agricultura y la producción de alimentos. Sin embargo, estas áreas a menudo se enfrentan a desafíos únicos en términos de acceso a la tecnología y la conectividad digital. La digitalización es fundamental para superar estas barreras y permitir que las comunidades rurales accedan a las mismas oportunidades que las áreas urbanas.

OLIVIA  IA, nuestra inteligencia artificial para la agricultura, puede contribuir  a la digitalización en áreas rurales en la medida en que esta aplicación sea entendida y manejada por un mayor número de agricultores pudiendo mejorar la eficiencia de la producción agrícola, optimizando los procesos de siembra, riego, fertilización y cosecha.

A pesar de los beneficios potenciales de la digitalización en áreas rurales, existen también varios desafíos que deben abordarse. Uno de estos es la falta de infraestructura de conectividad, como acceso a internet de alta velocidad y cobertura celular confiable. Sin una infraestructura adecuada, las comunidades rurales no podrán aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la digitalización.

Qampo utiliza estaciones de campo con un hardware propio muy fiable, que utiliza su propia conexión de datos, superando la brecha digital. Todos los habilitadores y sensores se cargan con una batería solar propia,  de forma que son totalmente autónomos independientemente de su ubicación en la finca.

La aplicación conecta los sensores, estaciones y habilitadores en campo como si fuera un centro de control unificado, en remoto puedes controlar varias fincas, establecer automatizaciones, conocer el clima y las precipitaciones exactas, y saber cómo se encuentra la planta, ya que Olivia IA ajusta los parámetros en función de esta variable.

Otro desafío es la brecha digital existente entre áreas urbanas y rurales. Muchas comunidades rurales carecen de las habilidades y conocimientos necesarios para utilizar la tecnología de manera efectiva. Es fundamental brindar capacitación y apoyo a estas comunidades para garantizar que puedan aprovechar al máximo los beneficios de la digitalización. En este sentido, Qampo está comprometida con la formación al colectivo agrario, los técnicos y asesores de campo, y las grandes empresas de producción, ofreciendo formación especializada a todos ellos según sus propias necesidades y objetivos.

El papel revolucionario de OLIVIA

La digitalización del sector impulsada por el MAPA ofrece una serie de beneficios significativos para el sector agrícola tanto desde el punto de vista ambiental como productivo. Algunos de los beneficios más destacados de nuestros servicios en este sentido incluyen:

  1. Mejora de la eficiencia y la productividad: Al proporcionar información detallada y actualizada, OLIVIA IA permite a los agricultores optimizar sus prácticas agrícolas, como reducción del uso de agua y de fertilizantes, lo que resulta en una mayor eficiencia y productividad.
  2. Reducción de costos: La optimización de estas prácticas agrícolas puede ayudar a reducir los costos operativos, lo que se traduce en una mayor rentabilidad de toda la explotación.
  3. Protección del medio ambiente: Al permitir una gestión más precisa de los recursos naturales, como el agua y el suelo, OLIVIA IA contribuye a la protección del medio ambiente y la sostenibilidad en el sector agrícola.
  4. Acceso a servicios especializados: OLIVIA ofrece servicios adicionales, como asistencia técnica remota, que permiten a los agricultores, comunidades o técnicos agrícolas acceder a orientación y apoyo experto sin tener que desplazarse físicamente.

Es por estos beneficios que nuestra aplicación está acaparando la atención de inversores y agricultores que esperan que OLIVIA IA juegue un papel importante en la promoción de la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático en el campo jugando un rol importante para alcanzar los objetivos establecidos por el plan estratégico  europeo para el sector “De la granja a la mesa” que tendrá su momento de evaluación en el 2030.

El desafío alimentario de 2030 está sobre la mesa, dependerá de la capacidad de adaptación al nuevo entorno digital de las empresas su continuidad en un futuro de prosperidad, que pasará inevitablemente por la agricultura conectada.