Nutrientes
Los fertilizantes son un insumo categórico en la producción mundial de alimentos. Hay una sorprendentemente clara correlación entre el aumento de la producción y el uso más amplio de los fertilizantes..Sin embargo, el uso excesivo de fertilizantes resulta en impactos ambientales negativos y la pérdida de rendimientos.
En general el agricultor conoce y trata 3 elementos imprescindibles para el desarrollo de la planta (nitrógeno, potasio, fósforo), aunque para que su desarrollo sea óptimo hay que tener en cuenta otros nutrientes que son esenciales para completar el ciclo de vida de la planta, se requieren Macro-elementos en grandes cantidades: calcio, magnesio, azufre. Los micronutrientes que son necesarios en muy baja concentración: hierro, manganeso, zinc, cobre, molibdeno, boro y cloro.
La nutrición mineral tiene un papel importante en la lucha contra las enfermedades. Todos los nutrientes esenciales afectan a la salud de las plantas y su susceptibilidad a las enfermedades. Las plantas que sufren un estrés nutricional, serán más susceptibles a las enfermedades, mientras que las plantas que reciben una nutrición adecuada son más tolerantes o resistentes a las enfermedades.
La resistencia de las plantas a las enfermedades está relacionada con la genética. Sin embargo, la capacidad de la planta para expresar su resistencia genética a una enfermedad en particular se ve afectada por la nutrición mineral.
Algunos nutrientes tienen una mayor incidencia en las enfermedades de las plantas que otros. Sin embargo, cabe señalar que el mismo nutriente puede disminuir la incidencia de una enfermedad, pero aumentar la incidencia de otras. Cada elemento debe estar en la concentración adecuada dentro de unos parámetros que no se deben superar.
Nitrógeno: Favorece el crecimiento.
- Deficiencia: Bajos rendimientos, madurez prematura, hojas de color verde claro.
- Exceso: Poca resistencia frente a enfermedades y plagas, madurez retardada, hojas de color verde azulado oscuro.
Fósforo: Influye en la formación de semillas y en la formación de raíces.
- Deficiencia: malformación de raíces, retraso en la floración y la madurez.
- Exceso: Fijación del cinc en el suelo (bloqueo).
Potasio: influye en la firmeza del tejido (solidez del tallo), resistencia y calidad del fruto.
- Deficiencia: Bajo rendimiento, mala calidad de la cosecha, mayor necesidad de agua, menor resistencia a heladas, enfermedades y plagas.
- Exceso: reducción de la calidad alimenticia de la planta.
Calcio: fortalece las raíces y paredes de las células y regula la absorción de nutrientes.
- Exceso: Perjudica la asimilación de potasio, sodio y magnesio
Magnesio: Es parte elemental en compuestos importantes como la clorofila.
- Deficiencia: amarillamiento del tejido foliar causado por la falta de clorofila.
Optimización de las Dosis de Fertilización
En general, una mayor disponibilidad de un nutriente en el suelo, se traduce en una mayor concentración de este nutriente en la planta. Sin embargo, la disponibilidad de un nutriente en el suelo no es el único factor que afecta su absorción por la planta. Otros factores, tales como la temperatura, la humedad del suelo, enfermedades de las plantas, etc., afectan considerablemente la absorción de nutrientes por la planta.
Respecto a la cantidad de abono o fertilizante utilizado que necesita un cultivo, se suele medir en unidades totales de fertilizante. Aunque la forma correcta es referirnos a la eficiencia de la unidades suministradas, pues el mismo producto y la misma cantidad puede dar resultados muy diferentes.
El abonado no es solo la cuestión de echar mucha o poca cantidad, sino de conocer y aplicar de forma adecuada lo que se va a gastar y en qué se va a gastar, para conseguir la nutrición perfecta de la planta es necesario un suministro que creciente a la vez que las necesidades de la misma, acoplándose a su curva de absorción de nutrientes.
Como ya hemos dicho el rendimiento del cultivo depende de muchos factores, como por ejemplo, las propiedades del suelo, el riego, la genética de la planta, el clima, las prácticas culturales, control de plagas y enfermedades y la aplicación de fertilizantes. Las investigaciones demuestran que al menos el 30 al 50% del rendimiento, es atribuido a la aplicación de fertilizantes. Esta contribución significativa explica por qué muchos Agricultores creen que, al aplicar más fertilizantes, obtendrán mayores rendimientos. La relación entre la aplicación de fertilizantes y el rendimiento potencial, se describe en el siguiente diagrama.
Cuando no se aplica fertilizantes, el rendimiento está en su nivel mínimo. Al principio, el rendimiento aumenta mientras va aumentando la tasa de aplicación de fertilizantes (A), hasta que el rendimiento alcanza el nivel máximo (B). A partir de este momento, cualquier adición de fertilizante adicional, no aumentará el nivel de rendimiento (C). Cuando las tasas de aplicación de fertilizantes son demasiadas altas, disminuye el rendimiento, debido a daños de salinidad y toxicidad específica de nutrientes (D).
Hay que añadir que los valores fijados para una parcela y un cultivo no son 100% extrapolables para el resto de parcelas o para años venideros, pues las condiciones ambientales pueden variar significativamente, entre una localidades y entre años, por ejemplo debido a cambios en el suelo (exceso de fertilizantes, fertilizantes residuales no absorbidos por la planta, falta de nutrientes etc.), cambios en fuentes de agua clima y otros factores. Por ello la curva específica creada para un campo deberá ser reajustada.
Es decir aplicar siempre una recomendación general de fertilizantes, es solo una aproximación general desacertada. Para conseguir el mejor resultado, se debe planificar un programa de fertilización específico ajustable regularmente para cada campo, cultivos y producción esperada.
Momento y Frecuencia de la Aplicación de Fertilizantes
El momento de aplicación de fertilizantes repercute en el desarrollo y en la producción final de los cultivos. Suministrar el fertilizante en el momento adecuado aumenta los rendimientos, reduce las pérdidas de nutrientes, aumenta la eficiencia del uso de nutrientes y previene daños al medio ambiente. Al contrario si se aplica a destiempo en momento donde la planta no los necesita o demasiado tarde provoca pérdida de nutrientes, desperdicio de fertilizantes e incluso daño al cultivo.
Los ensayos de campo han demostrado que dividir la aplicación de fertilizante para que pueda actuar en el momento que se requiera aumenta los rendimientos. Las plantas necesitan diferentes cantidades de nutrientes en diferentes etapas de crecimiento. El momento óptimo para la aplicación de fertilizantes es por lo tanto, determinado por el patrón de absorción de nutrientes del cultivo. Para el mismo cultivo, cada nutriente tiene un patrón de consumo individual.
Consecuencias de una errónea fertilización.
Las consecuencias de una mala fertilización es muy variada, las más comunes son la erosión del suelo, la salinización y contaminación del suelo.
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- Erosión del suelo: Provocado por un excesivo de fertilizantes y plaguicidas es uno de los principales problemas a nivel global, en España, según datos de la Asociación Española de Agricultura de Conservación, el 50% del suelo agrícola está clasificado con un riesgo medio-alto de erosión. Provocando pérdidas de suelo cultivable y de degradación del suelo agrícola
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- Salinización: El tipo y la cantidad de fertilizantes aplicados al suelo afectar a su salinidad. Algunos fertilizantes contienen altos niveles de sales que son potencialmente perjudiciales
- Contaminación del agua: Cuando los fertilizantes y plaguicidas son utilizados en exceso pueden ocasionar contaminación en el agua de los ríos y mares, pero también en los acuíferos o pozos subterráneos. A los primeros llegan arrastrados por la lluvia o por los conductos terrestres, mientras que a los segundos por la filtración natural de los suelos.
Además de estas consecuencias más conocidas también debemos de tener en cuenta la influencia que tienen todos los nutrientes esenciales en la salud de las plantas y su susceptibilidad a las enfermedades. Las plantas que sufren un estrés nutricional, serán más susceptibles a las enfermedades, mientras que las plantas que reciben una nutrición adecuada son más tolerantes o resistentes a las enfermedades
Algunos nutrientes tienen una mayor incidencia en las enfermedades de las plantas que otros. Sin embargo, cabe señalar que un nutriente en particular puede tener efectos opuestos sobre diferentes enfermedades y bajo diferentes ambientes, es decir, el mismo nutriente puede disminuir la incidencia de una enfermedad, pero aumentar la incidencia de otras.
El pH del suelo, las formas de nitrógeno y la disponibilidad de los nutrientes desempeñan un papel importante en el manejo de las enfermedades. La manipulación de los nutrientes puede llevarse a cabo directamente por la aplicación de los fertilizantes adecuados, o indirectamente, a través del uso de diferentes prácticas culturales, como el encalado del suelo para ajustar el pH, el riego, las enmiendas orgánicas, labranza etc.
La integración de la selección de variedades, las prácticas culturales, los tratamientos químicos y la nutrición mineral son el mejor enfoque para el control de las enfermedades de las plantas.